
Hoy domingo tengo un poco de resaca, la queimada es peligrosa.
Reencuentro con viejos amigos, con la mágia de este caserio , y de la noche de San Juan.
Los anfitriones Perico y Elena siempre tan majos y generosos.
Perico me enseña como ha crecido el olivo plantado en recuerdo de nuestro añorado Castor.
Amistad, celebración , cena y magia del fuego, que nos hace sentirnos vivo


No hay comentarios:
Publicar un comentario