sábado, 17 de noviembre de 2007

Meditación sonora


De dar 220 golpes por minuto a sólo 1 ¡¡. He pasado de los frenéticos ritmos africanos al pausado y meditativo golpe del gong en pocas horas.
Los dos extremos tienen sentido y producen sus efectos también extremos en nosotros, de la excitación y extroversión a la relajación e interiorización.
Ana y yo hemos dado una meditación con sonidos en su centro Jania.
Cuencos tibetanos, gong, campanas, shekeres, flautas, voz....buscando los efectos relajantes y curativos que sus sonidos producen.
Han participado unas 40 personas. Todo un éxito.

No hay comentarios: